martes, 4 de noviembre de 2008


“Al pié de una montaña”
22-7-2008

--Ha de ser bajo de un árbol
pero al pié de una montaña,
las piedras, vendrán solitas
para formarme la cama
donde descanse mi cuerpo
el día en que yo me vaya.

--Ha de ser bajo de un árbol
pero al pié de la montaña
y hasta las aves del cielo
han de despedir mi alma
aleteando suavecito
con su canción funeraria.

--Ha de ser bajo de un árbol
pero al pié de la montaña
muy cerca pasará el río
y crecerán grandes matas
que de a poco irán subiendo
para tejerme una manta.

--Ha de ser bajo de un árbol,
pero al pié de una montaña
y, por fin seré feliz
rodeada de lo que ansiaba
y he de fundirme en la tierra
como semilla que aguarda.

--He de fundirme en la tierra
como la raíz de un tala
como carozo de tuna
que entibia la boca amarga
que es dulce entre las espinas
de árido suelo, la gala.

--Ha de ser bajo de un árbol
¡Pero al pié de una montaña!

Susana Gutiérrez Calderón.

4 comentarios:

roberto amor manzanal dijo...

...Hay LA CALDERON !!!!! con la fortaleza propia de la vida pensando en el destino final... claro que no es cualquier lugar ... lo eligio especialmente a lo Gutierrez Calderòn.

Te felicito!!! Susana y es un placer recorrer este blog con bellos versos poèticos y disquisiciones filosòficas .

roberto manzanal

La Calderón dijo...

Hola Roberto, ¡¡Bienvenido a mi blog!! Siempre es bueno contar con amigos que lo estimulen a uno, ésto ayuda a continuar. En cuanto: "Al pie de una montaña", te aclaro que son momentos en los que se piensa en lo inevitable, pues todos hemos venido para irnos, pero lo importante es dejar semillas de buena cepa,que marquen tu paso por éste bendito mundo.
Nuevamente ¡¡Muchas gracias!! Y nos estamos viendo si Dios quiere,un fuerte abrazo....
Susana.

desde Lebrija para el mundo dijo...

Que bello lugar escoges para el final y que lindamente expresado. Tienes mucha musicalidad.
Un abrazo de Antonia

La Calderón dijo...

Hola Antonia, gracias por tu comentario, sí que me gustaría, pues es mi mi lugar preferido, pero solo Dios sabe dónde y cómo ha de suceder...
Un fuerte abrazo virtual, talvez, algún día, puede llegar a ser literal, (mi e-mail esta en el blog)
Susana.